Lelelerele. Puntadas de amor.

Debo ser la única persona de todo el bloque que abre la puerta al cartero, y por eso, los 5 carteros que pasan cada día por mi barrio siempre llaman al principal primera, seguros de que ésta que escribe, se levantará a abrir…
El caso es que ayer sonó el timbre por enésima vez pero esta vez, oh sorpresa, el cartero traía algo para mi.
Días atrás había enviado unas cositas a Elena de Lelelerele y ella a su vez me había prometido enviarme una cosita en plan intercambio, así que me imaginé podía ser su carta.

Para los que no la conozcan, he de decir que detrás de Lelelerele está Elena y sus muñequitos  de tela, hechos artesanalmente, como los que se hacían antes. Todos son diferentes, todos preciosos y hechos con mucho, mucho amor. No puedo estar más de acuerdo con su filosofía de trabajo. Materiales de buena calidad, muñequitos cosidos con mucho cariño y pocas prisas y subcontratando mano de obra local a un precio justo. La vengo siguiendo en Instagram desde hace tiempo, porque además de los muñecos, Lelelerele lo convierte todo en belleza. Hace unas fotos maravillosas y unas ilustraciones muy tiernas.

Con tanta monada, os podéis imaginar mi nivel de emoción mientras sostenía mi paquetito. Dentro de un sobre acolchado venía otro sobre. No pude evitar tocar para comprobar si estaba mullido y efectivamente, algo blandito eperaba alojado en su interior, nervios, nervios…

Abrí mi sobre con mucho cuidado y esta es la pequeña que encontré en él, acompañada con un montón de detallitos monos. Elena me alegró la mañana, el día y el mes. La he bautizado con el nombre de «Lerelis» y aquí la tengo cerquita, transmitiéndome todo ese cariño que Lelelerele pone en sus cositas.

En fin… que la vida es maravillosa y hay personas muy bonitas por ahí ^^

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