Tú tienes el mando a distancia de tu radiomente. Parte 2.

Papelterapia para apagar tu radiomente.

En el post anterior hablamos de la radiomente, y te proponía un ejercicio que te ayudará a perder el miedo a tus pensamientos y a relacionarte con ellos de otra manera. En lugar de angustiarte, los conocerás, los entenderás y cambiará tu relación con tu radiomente. Así, quitándole el poder, irá bajando de volumen poco a poco.

Ha sido alucinante leer vuestras respuestas a la primera parte de este post. Es como si hubiéramos despertado juntas, y solo con el hecho de darnos cuenta que esto de la radiomente nos pasa a todas, ya hemos bajado un poquito el volumen. Antes pensaba “no puedes hacer esto” y me ponía triste. Ahora pienso “no puedo hacer esto” y digo ¡Anda! Mira la radiomente como salta. Eso ya es otra cosa ¿verdad?

Un resumen de la primera parte de este post.


Espero que hayas leído la primera parte del post. Para hacerte un resumen, recuerda que los mensajes de la radiomente vienen desde tu subconsciente, tú no vas a buscarlos sino que acuden a ti, solitos. Son esos pensamientos que te dicen “no podrás conseguirlo”, “no tienes talento”, “eres una farsante” y perlitas del estilo. Has convivido con ellos toda la vida y tú crees que lo que piensas es la realidad, LA VERDAD. Nada más lejos de la realidad,
my friend, porque lo que emite tu radiomente, que es bastante bajonera y negativa, son pensamientos automáticos y ecos de cosas que te han dicho tantas veces, o que te has repetido tanto tú a ti misma, que tu subconsciente se las ha creído y ahora te lo repite en modo piloto automático. Estos pensamientos son responsables de tus emociones, porque para ti son la verdad.

Imagina que llegas a una celebración y tu radiomente te dice “Uf… No te has arreglado lo suficiente y aquí desentonas de aquella manera. Todos van guapos menos tú, seguro que todos se han dado cuenta” Para ti eso es LA VERDAD y te desanimas, pero no por lo que pasa en realidad sino por lo que te estás diciendo tú a ti misma.

Se acabó darle el poder a nuestras radiomentes.

El caso es que si como yo ya estás hasta el gorro de tu radiomente, te voy a enseñar un ejercicio de papelterapia que te ayudará a cambiar las voces que te hablan desde tu interior y a sentirte más libre, más flamenca y energética. Solo necesitas un cuaderno pequeño que llevarás siempre contigo y utilizarás exclusivamente para trabajar con tu radiomente y un bolígrafo. Más fácil y barato, imposible. Y funciona, eso te lo digo yo, que lo practico.

Recuerda que no se trata para nada de dominar tus pensamientos. Las voces de tu radiomente vienen del subconsciente, es imposible dominarlas, pero las verás de otra manera. Como dice Andy Puddicombe, creador de Headspace  (Te amamos, Andy!) Los pensamientos son como coches que pasan por una carretera. Tú estás al lado, sentada tranquilamente en un banco y los ves pasar, no intentas parar el tráfico, porque eso te llevaría mucha energía y sería frustrante, sino que aprendes a verlos pasar sin sufrir por cada uno de ellos. Así cada vez miras menos a esa carretera y llega un momento que te deja de alterar.

Eso sí, los grandes cambios llevan tiempo, lo que se ha hecho a fuego lento se deshace también despacio. Aunque notarás el cambio desde el principio, no esperes dominarlo en un día porque no funciona así, hay que ser un poco cabezota para conseguirlo ¿lo eres? Pues sigue leyendo…

La gran noticia es que es súper fácil y que llegará un momento que a fuerza de practicarlo lo tendrás automatizado y no necesitarás ni escribirlo.

Papelterapia para bajar el volumen de tu radiomente.

Pasaremos por cuatro fases:

  • Fase 1.  A la caza y captura del mensaje bajonero de tu radiomente.
  • Fase 2. Reconociendo las emociones que te despierta este mensaje.
  • Fase 3. Vamos a cuestionarnos este pensamiento.
  • Fase 4. Vamos a reprogramar el pensamiento negativo.


Fase 1. Caza un pensamiento negativo.

Esta es la tarea que te puse la semana pasada. Lo primero que tienes que hacer es estar atenta a los pensamientos negativos que pasan por tu mente. En cuanto pase el primero, ¡zas! Lo capturas en tu libreta poniendo delante la fecha.


Fase 2. ¿Cómo te hace sentir este pensamiento?

Esto también lo propuse como tarea de la primera parte. Se trata de reconocer las emociones que nos provocan esos pensamientos. Por ejemplo, cuando estoy en yoga y pienso que soy torpe y que ese no es mi sitio me siento desmotivada, entro en lucha conmigo misma, y todo me cuesta mucho más. Hasta me digo desde la radiomente “ya no vengo más, paso”. Dale un espacio a esta emoción, no la niegues ni intentes ahogarla porque las emociones necesitan una vía de escape. Vívela unos minutos, acompáñala y después pasa al siguiente punto.

Fase  3. Vas a cuestionarte este pensamiento hasta que descubras de dónde viene.

Será mucho más fácil que interiorices que lo que piensas no es una verdad si descubres del origen de ese pensamiento. Es decir, si lo que pienso no es verdad ¿porqué lo pienso? ¿De dónde viene? Esto es lo que vamos a descubrir ahora.

Yo te expliqué de dónde viene mi resistencia a hacer ejercicio. Se juntan el hambre y las ganas de comer. La semilla me la pusieron en casa con la etiqueta #CHAROESTORPE que me colgaron desde bien pequeña. Después yo obedecí como buena niña ¿soy torpe? Pues nada, no hago ejercicio, no sirvo para eso. La pescadilla que se muerde la cola se ocupó del resto.

¿De dónde viene el mensaje que te has lanzado? Muchas veces estos mensajes son ecos de cosas que te han dicho, pero también de cosas que NO te han dicho tu familia, tus amigos, tus parejas… También y sobre todo, puede venir de cosas que hasta ahora, tú misma no te HAS DICHO… Párate a pensar que es lo que te han dicho o no te han dicho que haga que ese pensamiento haya venido a visitarte.

Esta parte del ejercicio no es fácil especialmente para las personas que no tienen mucha práctica en indagar en sí mismas. Tranquila, si no descubres rápidamente por qué te dices ese mensaje, puedes escribir en tu cuaderno un sencillo “aún no lo sé” y dejar que tu mente busque en su extensísimo archivo de vivencias. Un día estarás paseando o en la ducha, tendrás un momento eureka y lo entenderás todo.

Es decir, no dejes sin terminar este ejercicio si no eres capaz de conectar la fuente de ese pensamiento, llegará.


Fase 4. ¿Reprogramamos esas voces? Cambiando la emisora de la radiomente.

Ahora llega lo bueno, ¿y si te digo que puede cambiar tu reacción a esos pensamientos que te manda la radiomente? ¿Y si te aseguro que además pueden cambiar los pensamientos en sí mismos? ¿No es alucinante? Es una nueva era, baby!

El caso es que puedes, PODEMOS reprogramar esa mente de la misma manera que se nos grabaron los pensamientos originales ¿adivinas cómo? Has acertado, los mensajes en la radiomente se graban por repetición, la misma técnica con la que llegaron a grabarse en tu subconsciente.

Como decía una de nuestras lectoras, cuando somos niños nuestra mente es una pizarra de arcilla, los mensajes que nos digan se van a quedar grabados con mucha facilidad. Ahora imagina que tu mente es una plancha muy muy dura, de un mármol muy compacto, blanco o negro, del color que más te guste. Tú tienes un lápiz marca Charuca, precioso y con punta de diamante, y vas a escribir tus nuevos mensajes una y otra vez sobre la plancha de mármol. Las primeras veces las frases casi no podrán leerse, apenas se verá el trazo, y los viejos mensajes serán profundos porque te los has dicho miles de veces, pero a medida que dejes de repetirte los antiguos y te concentres en los nuevos, acabarás dejando una huella más profunda, aprenderás a transformar tus creencias, a pensar de otra manera, a quererte y a derribar límites, que es la finalidad de todo esto.

¿Cómo grabar estos nuevos mensajes positivos, motivadores, gustosos en tu tabla de mármol? Con tu cuaderno de papelterapia y tu bolígrafo favorito.

En tu cuaderno has de llevar un registro de las 4 fases.

  • Fase 1. Vuelve a esos pensamientos que has escrito, a un pensamiento negativo que has cazado al vuelo. Escríbelo con su fecha.
  • Fase 2. Reconoce cómo te hace sentir y escríbelo también, sin juzgarte por vivir estas emociones.
  • Fase 3. Entiende de dónde viene, qué te han dicho o que no te han dicho para que tú te repitas una y otra vez ese mensaje limitante. Escríbelo en tu cuaderno.
  • Fase 4. Ahora vamos a escribir a continuación un mensaje para ti, uno constructivo que fulminará el primero, vamos a mandar un fax amoroso para tu subconsciente.

Lo que yo me digo cuando hago yoga y la radiomente empieza a fastidiar es: “este es tu sitio porque esto es exactamente lo que necesitas. Claro que no estás en forma, pero es sencillamente porque nunca has hecho ejercicio de manera regular. Con la práctica irás ganando fuerza y flexibilidad y estarás cada día más contenta por haberte apuntado. Estoy súper orgullosa de ti, ¡campeona!”

Lo que pasa en esta fase es que yo que ya he crecido y que no me creo las milongas sobre mí que me han contado, me hago cargo de la situación y me cuido.

Te pongo otro ejemplo para que lo veas claro y cristalino.

Te invitan a una boda y estás buscando algo para ponerte. Vas a la tienda, te metes en el probador, te miras al espejo y se activa la radiomente.

  • Fase 1. “Oh… qué desastre, no vas a estar guapa ni aunque te compres ropa nueva, irás FATAL.” Este es un clásico, el de sentirse fea, y uno de los mayores pensamientos lastre y ladrones de energía que hay. Te suena ¿verdad? No pasa nada, has cazado un mensaje de tu radiomente que NO ES VERDAD. Escríbelo en tu cuaderno junto con la fecha.
  • Fase 2. ¿Cómo me hace sentir? Posiblemente con ganas de irme a casa sentirme muy triste. Lo registro en mi cuaderno y no me siento culpable por ello. Tengo derecho a sentirme como me dé la realísima gana.
  • Fase 3. ¿De dónde viene este mensaje? ¿Por qué me estoy repitiendo esto?
    Posiblemente no te reforzaron lo suficiente la confianza en ti misma cuando eras pequeña, o has tenido una mala experiencia en alguna de tus relaciones que hace que te repitas una mentira y que la tomes como una verdad. A todo esto se une que vivimos dentro de un sistema que nos marca unos estándares imposibles de belleza para que creamos que eso es lo normal y que nosotras somos aliens y compremos como locas… en fin…Para terminar el cocktail, posiblemente no te dices a menudo que eres una diosa ¿me equivoco? Escríbelo también.
  • Fase 4. ¿Cuál es el nuevo mensaje que te vas a decir, que vas a grabar en tu flamante tabla de nuevas creencias? Te pongo uno de ejemplo: “Eres guapísima, siempre lo has sido aunque hasta ahora no lo sabías. Ni siquiera hace falta que te compres ropa nueva porque chica… te pintas tus labios de rojo, te pones cualquier cosa y brillas” Escribe este mensaje al lado de tus antiguas creencias, y reléelo tantas veces como lo necesites. Léelo hasta que lo sepas de memoria, hasta que ya no necesites leerlo.

¿Te das cuenta de la diferencia entre decirse “uf… qué fea estás, vas a hacer el ridículo en esa boda” o decirte, todas las veces que haga falta: “Eres guapísima, tú te pintas tus labios de rojo, te pones cualquier cosa y vas brillando, nena?”

En los dos casos son pensamientos, emisiones de tu radiomente, pero te harán sentir de manera muy distinta. La diferencia es ni más ni menos que sentirse con ganas de comerse el mundo o sentirte con ganas de que el mundo te coma a ti. Es la diferencia entre tener ganas de ir a esa boda y pasártelo bien o tener ganas de encerrarte en casa a comer donuts y a ver cualquier cosa por la tele que te ayude a no pensar.

Una versión más luminosa de ti misma.

Por eso, amiga, este ejercicio es poderoso. Cuando lo domines no habrá NADA, repito NADA, que se interponga entre tus objetivos y tú. Habrás aprendido a pensar bien para ti y pensar bien para los demás, y esos nuevos y relucientes pensamientos, irradiarán desde dentro e iluminarán por donde vayas.

No voy a prometerte, porque no es verdad, que nunca más se te activará la radiomente. Más que nada porque eso sería muy mala señal, significaría que no sacas tu lindo pie fuera de tu zona de confort. Lo que sí te prometo es que se acabó sentirte triste o derrotada por esos pensamientos.

Ahora vendrán a ti pero dirás “Mira la radiomente, ya está aquí” puede que a nivel superficial te inquiete por un momento, pero a nivel profundo sabrás que es algo pasajero, y estarás tranquila porque sabes trabajar y transformar estos pensamientos. Entenderás de dónde vienen y por qué se activan y hasta dejarás de llevarte mal con la radiomente. Al fin y al cabo… recuerda que,  a su manera, con mayor o menor acierto, tu radiomente solo quiere protegerte.  

¿Qué te parece? ¿No estás deseando que se te active la radiomente para ponerte en acción? Lo que yo estoy deseando es que me cuentes cómo te va con este ejercicio. Si tienes cualquier cosa que compartir con nosotras, conmigo y con las lectoras de este blog, déjanos un comentario, nos encantará leerte.

Practiquemos las veces que haga falta, porque una radiomente bien sintonizada nos hará volar, y nos ayudará a que consigamos cualquiera de nuestros objetivos.

Si te ha gustado mi artículo de hoy y quieres que te avise cada vez que publique uno nuevo, únete a mi News Club, apuntándote a mi lista de correos y te enviaré un email cada vez que haya novedades en Charuca, además recibirás el #charucaletter, un email semanal lleno de inspiración y energía positiva.

  • 21 febrero 2018

    Una vez más, un post espectacular! Tomamos notas de estos consejos que , de bien seguro, nos ayudaran a vivir mejor. Gracias por compartirlo 🙂

  • REBECA
    22 febrero 2018

    Hola Charo. Me encantan tu blog. Me rio mucho , pque como bien dices me reconozco en él. Voy a empezar ese cuaderno para darle a la radiomente candela. Gracias por ayudarnos con tus palabras

  • Ana
    22 febrero 2018

    Orgullosa de que hayas usado mi símil de la tabla de arcilla. Me apunto a bajar el volumen, o todavía mejor, cambiar la frecuencia a una radiomente motivadora. Si además podemos compartir este ejercicio con una amiga ya será lo más de lo más… ¡a buscar compañera de fatigas!

  • 22 febrero 2018

    Gran post Charuca! Enhorabuena porque te superas cada día. Justo ayer escribía sobre el tema para mis alumnas, pero tu post es tan bueno que directamente les voy a remitir aquí.
    Un abrazo y muchas gracias!
    Muy fan!!
    Anna

  • MJ
    22 febrero 2018

    Simplemente gracias por dar voz a nuestros pensamientos. Gracias por hacernos entender que TODAS somos iguales, todas nos reducimos a lo mismo. Ahora a sincronicar la radiomente! Gracias por estos buenos días!! ME ENCANTA CÓMO Y QUÉ ESCRIBES!

  • Nhans
    22 febrero 2018

    Buenos días Charuca 🙂

    Estoy muy contenta de haberte descubierto gracias a mi amiga Lucía y me ayuda mucho leer tu blog. Tengo la agenda de erizos y la aprovecho para hacer el diario de gratitud que me ayuda mucho y también empecé a hacer en una libretita los ejercicios para positivizar los pensamientos (pensamiento negativo y pensamiento antidoto).

    Esto de la radiomente también me siento muy identificada asi que voy a intentar ponerlo en práctica aunque se parece mucho a lo del pensamiento negativo y pensamiento antidoto pero bueno…lo intentaré.

    Hay una cosa que me pasa y que llevo varios post dándole vueltas y no sabía si mandártelo o no pero me he decidido porque seguro que a alguien más le ha pasado o incluso a ti en algún momento…
    El caso es que estoy en una fase de mi vida «en teoria» feliz, vivo con mi pareja, tengo un trabajo estable, me caso en julio, tengo salud, etc. Todo cosas bonitas que he ido recogiendo en el diario de gratitud pero, aun así, en los últimos meses me ha pasado dos veces lo que yo he llamado «hartazgo general» es como una sensación de «estoy harta de todo» que parece superarme, exploto y me cuesta como 3-4 días recuperarme de esa sensación de bajón-tristeza…por eso hago todos tus ejercicios pero no se si se te ocurre algo o algún consejo/ejercicio te lo agradecería mucho, de verdad.

    Noe

    • 27 febrero 2018

      ¡Hola Noe! A mí me pasa exactamente lo mismo y tengo caladísimo que es un tema hormonal. Tengo 3-4 días al mes que estoy más baja de energía y que no tengo ganas de nada. He probado mil cosas pero la cosa sigue más o menos igual así que ahora simplemente cuando me pasa me digo «Mira, ya estoy con mis días bajos» y listo. En la naturaleza hay días con sol y días nublados, así que hace tiempo que desterré la idea de ser feliz 24 horas al día y 365 días al año 😉

      • Nhans
        1 marzo 2018

        Muchas gracias 🙂 lo tendré en cuenta y lo aplicaré tal como tu me haces a ver si así dentro de los días bajos lo mejoro

  • Patri
    22 febrero 2018

    Genial post!!!Es toda una alegría, y te agradezco infinitamente, que compartas esto con nosotras y nos des herramientas para saber gestionar las emociones/pensamientos negativos. Mil gracias por tu generosidad!!! Por supuesto es una carrera de fondo, pero yo soy Tauro y a cabezona no me gana nadie!!!jejeje

  • Georgia
    22 febrero 2018

    #georgiaestorpe
    Todavía recuerdo el día (hasta veo la escena) que mi padre cuando yo tenía ¿unos 12 años? me dijo que no podía ir a esquiar con el cole porqué “era un pato”. 25 años después esta inseguridad todavía me acompaña a diario (junto a otros mensajes igual de positivos que me dió). Cuando seguramente era una excusa para no tener que pagar! Si la gente se diera cuenta del impacto que causan algunas palabras, aprenderían a cuidar más cómo las utilizan… Yo todavía, aun y tener identificados los mensajes, lucho a diario por desterrarlos.

    • MARIA ASCENSIÓN
      26 febrero 2018

      Charuca, te admiro. Muchas gracias por estos consejos. Ayer oí el podcast completo que hiciste con Fran Carreras y me encantó. 59 minutos que hicieron que me entraran ganas de comerme el mundo. Te animo a hacer tus propios podcasts.
      La radiomente, que difícil es. Pero he llegado a la conclusión que esta se inicia por cosas que alguien te dice en un momento de tu vida. Por una mala experiencia. En mi caso, como he leído a Georgia, cuando tenía 20 0 21 años mi padre me dijo que era muy fea y que nunca nadie me iba a querer. Así sin más. Adoro a mi padre y se que él también me quiere. No se porque me lo dijo, pero desde entonces mi radiomente ha estado conmigo y nunca me ha abandonado. Afortundamente tengo pareja. Un hombre maravilloso. Pero esa radiomente me ha hecho que nunca me encuentre con ánimo para concluir nada. Me siento inútil total. ¿Para qué voy a iniciar algo si soy una inútil total?
      Es una lucha constante. Pero como se que valgo mucho, lucharé contra esa radiomente y conseguiré todo lo que me proponga.

      • 27 febrero 2018

        Ay estos padres de nuestra generación… Ellos también llevan una herencia de no te menees y no nos han podido dar lo que no tenían. Muchas veces digo, medio en broma medio en serio, que los padres tendrían que pagarnos las terapias, así pondrían más cuidado en lo que nos dicen ya que se nos va directo a la placa base. En fin… la gran noticia es que no estás sola y que tienes la suerte de saber de dónde viene esa creencia que no es en absoluto VERDAD. Besos, preciosa!

    • 27 febrero 2018

      ¡Totalmente de acuerdo! Ahora has de repetirte aún más veces de lo que te has dicho lo contrario que sí que puedes hacer lo que te dé la real gana, y que cualquier cosa que hagas irá mejorando más y más con la práctica. Besos, preciosa!

  • Angelisse
    22 febrero 2018

    Te cuento este 2018 me dije que era un año de compromiso conmigo misma. Y estos #charucaletters son de tanta ayuda. La próxima semana me aventuro en el camino del emprendimiento, así que caminar más ligera me ayudara en esta aventura.
    Gracias por inspirarnos y empoderarnos! Lindo día

  • Karen
    22 febrero 2018

    Que buen artículo siempre es uno el que se hecha tierra así mismo, es un horror pero ni modo son mis miedos manifestándose. Me gusta esta forma de hacerle frente y seguir adelante. Así que silencio radiomente, a menos que tengas algo lindo que decir.

    • 27 febrero 2018

      Y cuando la radiomente no se calle no pasa nada, porque sabremos que son solo ecos que no tienen ningún poder sobre nosotras.

  • 25 febrero 2018

    Buenas noches:
    He sido una admiradora de tu trabajo desde que hacías colecciones de cuadernos con monstruos Kawaii (confieso que tenía uno). La transformación de tu marca es algo completamente maravillosa y claramente me siento super identificada con ella (no veo el día en que pueda hacerme a una libreta charuca). Hace muy poco encontre la aplicación Headspace (fue como una «casualidad») y por cosas de la vida (un accidente de compra) me hice a la subcripción anual y ahora por «casualidad» llegas con este maravilloso post de la radiomente. Ahora mismo mi vida esta dando un giro 180 y llegan estas pequeñas cosas a decirme «hey! si se puede … si puedes con esto y aqui te estamos diciendo como». Creo que todas tus lectoras agradecemos el espacio que te tomas para hacer estos post.
    Un saludo enorme y mil gracias por esto!

  • ELENA
    27 febrero 2018

    Gran post! Mi nivel de autoestima siempre ha estado por los suelos.
    Pensamientos como «no vas a llegar a nada con tu carrera» o «tienes un cuerpo feísimo» me acompañan cada día, desde que me levanto hasta que me acuesto.

    Así que gracias a tu post voy a intentar poner fin a eso, porque si muchos pueden, YO TAMBIÉN!

    Mil gracias.

    • 27 febrero 2018

      Claro que puedes, Elena! Tú y todas nosotras 😉

  • 27 febrero 2018

    Charuca, explicas la PNL de una forma tan clarita que es imposible no comprenderlo y no aplicarlo. Consigues lo que yo quiero con mis clientes, que alcanzar sus sueños sea como un juego… y de los que enganchan! 🙂
    A mi me pasa cada vez más que me estoy transformando en en una especie de madre o hermana mayor de mi misma. Consigo pensamientos que me reconfortan y ayudan en los momentos más bajos, en esos en los que la barriga se pone de punta y el corazón en la boca… se nota que vivo fuera de mi zona de confort eh?!
    Besos flamencos desde Graná,
    E.

    • 27 febrero 2018

      Me encanta la analogía que haces porque yo siento exactamente lo mismo con respecto a lo que dices de la madre o la hermana mayor. También me has dado ganas de investigar sobre el PNL, porque sé que es un método de terapia pero nunca lo he explorado. Besos, guapa!

  • Marga
    1 marzo 2018

    Maravilloso! Me encanta leer los post por la mañana con mi taza de cafe con leche. Feliz jueves!

  • 2 marzo 2018

    Al final terminas tirando el mando jaja. Y cuando la radiomente no se calle no pasa nada, porque sabremos que son solo ecos que no tienen ningún poder sobre nosotras y desintonizamos.

  • Pei
    19 marzo 2018

    Gracias charuca!! Este post me vino justiyo al pelo!
    En este momento de domingo tratando de organizarme
    Mi mentecita diciendome, que gasta tiempo en esto que no te sale
    Otra semana estaras despatarrada y volviendote loca sin dinero y llena de actividades, jaja recorde Charuca!! Que recomendo Nyla otra genia mas! Y entre y estaba este post… ❤️ genia! Muchas gracias ya estoy con mi cuadernito en mano y cuando avance con mi proyecto tendre tus agendas!!

  • Ana GR
    29 marzo 2018

    Me acabas de alegrar el día al punto de mañana, recién estrenado! Que lujo de lectura! Totalmente iluminador, de repente ya se de donde viene una de mis fuentes de estrés e inseguridad. Eres grande, Charo!

  • Carmen
    31 marzo 2018

    Gracias Charuca.
    Me he leído los dos post del tirón, gracias por ese chute de energía positiva y por hacerme ver que en esta situación, por desgracia, somos muchas.
    Intentaré poner en práctica tus ideas. Ya comentaré los resultados

    Gracias de nuevo.

  • Eva
    2 agosto 2018

    Me encanta la idea, te admiro por todo lo que has conseguido y por todo lo que haces por ayudar, pero siento que este tipo de terapias no se ajustan a mí. He llegado a un momento de mi vida que, con 25 años que tengo, me resulta absolutamente imposible creerme algo bueno de mí. Tengo novio, tengo amigos, pero pienso que no los merezco y que en algún momento la voy a cagar como la he cagado algunas veces. Me siento inútil, me siento horrible conmigo misma… Hasta el punto que, leyendo tu artículo, no he podido evitar pensar: ¿pero cómo me voy a decir algo bueno, si no soy digna de ello? He visto otros métodos de aumentar la autoestima personal, de buscar y escribir algo bueno de nosotros al día y me da una vergüenza tremenda hasta escribirlo para mí porque digo ¿para qué, si no es verdad? Lo mío creo que es algo más serio pero al menos reconozco de dónde viene. ¿Algún consejo para empezar a quitar la imagen tan negativa que tengo? ¿Crees que le pasará a más gente? ¡Muchas gracias por tus charucaletters! Son una inspiración

    • 2 agosto 2018

      Segurísimo que lo que cuentas le pasa a más gente, y es una faena porque eso es llevar una mochila MUUUUUY pesada todo el día. En estos casos más profundos yo buscaría ayuda solo para ti. Empezar una terapia, analizar tus hábitos de alimentación/estilo de vida y también hacerte análisis para ver si toda esa tristeza es algún síntoma de algo físico. Lo que sea que te ayude a sentir cada día un poquito mejor. Mucho ánimo guapa!

  • 31 octubre 2018

    Una maravilla tu visión del mando. Mas vale mando a distancia en mano que ciento volando. No cambies nunca.

  • Isa
    13 enero 2019

    Eres muy grande Charo! Gracias por escribir tanto y tan bien, aprovechando q la radio mente estaba hoy pesadita me he pasado por aquí a leer estos post que tenía pendientes, y oye! Q necesito una libreta porque le voy a dar caña hasta q solo sea un susurro a seguir así! Y gracias de nuevo

  • Pingback: EL VALOR DEL SILENCIO

Deja tu comentario