Papelterapia. Un ejercicio para desbloquear tu creatividad con un cuaderno y un bolígrafo.

Dime si te suena una de estas situaciones…

• Tienes que escribir un texto para Instagram y no se te ocurre NADA.
• Tienes que escribir un post para tu blog y escribes frases que no te dicen nada y ni siquiera lo disfrutas.
• Tienes que hacer un diseño nuevo y no te sale NADA
• Tienes que elegir qué te pones y no se te ocurre NADA, de hecho te quejas de que no tienes ropa.
•  Tienes que elegir qué haces para comer y te quedas en blanco…

Hay mil maneras de usar la creatividad, en muchas más facetas de las que te imaginas. Los que vivimos de ella, siempre tenemos el mismo miedo ¿se me va a acabar? ¿y si me bloqueo? La creatividad nunca se acaba pero a veces se bloquea, se agobia. En este post anterior, que tienes que leer, ya te hablé de 10 ejercicios para desbloquear tu creatividad y hoy te explico como puedes volver a poner en marcha el motor de tu creatividad con un ejercicio de papelterapia, un cuaderno (bonito, siempre bonito) y tu bolígrafo o pluma favorita.

A tu creatividad no le van las órdenes.

Antes de empezar has de comprender que la creación es un juego, y que a la creatividad se accede desde la diversión, desde el disfrute y la relajación. Cuanto más exigente y demandante te pongas con tu creatividad menos te visitará, pero siempre estará dispuesta a pasar un buen rato contigo. ¿Por qué te crees que siempre vuelves de las vacaciones con la creatividad a tope? Porque la muy bandarra se presenta allí, cuando estás tomando tu cañita y tus bravas en una terraza, eso sí que le gusta, la jarana… Podría decirse que la creatividad es tu niña interior, imaginemos que se llama Crea, que se esconderá cuando le des órdenes y asomará la cabecita cuando te pongas en modo flow.

Be water, my friend.

¿Y qué es esto del FLOW? Flow significa fluir. El flow es un estado glorioso en el que la mente y el miedo se van de paseo, y las grandes ideas llegan en tropel, sin ningún esfuerzo, salen solas. ¿Y esto cómo se activa?  Ay queridas, si hubiera un interruptor del flow yo me compraba veinte, pero esto no funciona así. Hay muchos factores que nos separan del flow, el stress, el miedo, las prisas por llegar, las dudas, la inseguridad, dan lugar a los bloqueos de creatividad. No nos sale nada y lo que por fin sale es, con perdón, una mierdecilla.

A grandes males, grandes remedios: papelterapia.

Aquí es cuando entro yo con la terapia más barata de la historia, la papelterapia.

Necesitas:

– Un cuaderno bonito.

– Un bolígrafo que escriba BIEN.

– 20 minutos al día sólo para ti.

¿Qué tienes que hacer? Es tan fácil que no te lo vas a creer hasta que no veas los resultados. Necesitas reconectar con tu flow, bajar la exigencia, aprender a fluir…

En primer lugar, prepara tu momento.

La papelterapia solo funciona si la disfrutas y no es una obligación autoimpuesta. Bastantes obligaciones tenemos ya para que tú te pongas una más ¿no crees? Prepara tu momento agradable, elige un lugar donde no te vayan a molestar durante 20 minutos, prepárate un té, enciende una vela aromática, pon el móvil en silencio, siéntate cómoda y haz tres respiraciones profundas.

Escribe como si nadie fuese a leerlo.

Abre tu cuaderno y simplemente escribe. Da igual lo que escribas, da igual si la letra es bonita o no. No estamos buscando ganar el premio Planeta sino practicar el flow. Da exactamente igual sobre qué escribas, que repitas todo el rato la misma palabra, que escribas lo que estás pensando, la lista de la compra, una carta para ti misma o para alguien que ames (¡o que odies!) pero, eso sí, ese texto es privado y nunca se lo podrás enseñar a nadie, ni siquiera releerlo. Los textos de este ejercicio no son para lucirte ni para criticarlos, no son para que nadie te dé su opinión, ni siquiera tú misma.

Adquiere el hábito de escribir 20 minutos al día y si lo disfrutas, con la práctica conseguirás que las ideas vuelvan a fluir dentro de ti. Te aseguro que cuando estés en modo flow a tu creatividad le van a faltar piernas para correr a tu lado y vas a notar, que en las situaciones que te mencionaba en la entrada de este post, reaccionas de otra manera.

A que adivino lo que estás pensando… ¿cuánto tiempo se tarda?

Pregunta errónea. Has de guardar el cronómetro, las preguntas y los medidores. Cada persona tarda un tiempo distinto en conectar con el flow. No pasará desde el primer día, pero si lo disfrutas y no lo dejas, te aseguro que sucederá y no sólo eso, este ejercicio tendrá otros beneficios colaterales, como que se reducirá tu ansiedad y te sentirás revitalizada cada día después de escribir.

Como último consejo recuerda abandonar la rigidez. No pasa nada si un día te pasas o no llegas a los 20 minutos, no pasa nada si un día o dos o tres te saltas el ejercicio. No pasa nada si empiezas el cuaderno desde el final, desde la mitad o si lo pones boca abajo, haz este ejercicio sin ninguna espectativa y deja que el flow vuelva a ti.

Hasta aquí mi post de hoy, si te ha gustado y quieres leer más reflexiones como ésta, únete a mi News Club, apuntándote a mi lista de correos y te enviaré un email cada vez que haya novedades en Charuca, además recibirás el #charucaletter, un email semanal lleno de inspiración y energía positiva.